Más tarde, la iglesia fue confiada a la Orden Militar de Malta. La iglesia fue casi destruida, así como el convento, los bombardeos de la guerra. Era un lugar de culto durante mucho tiempo y se reabrió en 1998.
La fachada se ha mantenido intacta piedra verrucana, con ventanas geminadas en la parte superior y llevarlos a un refugio. Los frescos en el interior, que representa la Santísima Clare, lamentablemente, han sido destruidos.
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